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¿En dónde queda la crítica en el diseño?

La crítica es importante en cualquier campo, sin embargo, es algo que parece ignorarse en la práctica y enseñanza del diseño.  Cuestionar fundándose en principios objetivos tendría que estimularse en los estudiantes para generar mejores profesionistas. Esta entrada tiene el objetivo de exponer algunas ideas que justifican la relevancia de fomentar la crítica en la enseñanza y promoción del diseño. Esto a través de tres medios: exhibiciones, medios escritos y academia.  

Exhibiciones 

En el mes de marzo visité la exhibición Arquitectura en México 1900-2010, la cual es un recuento de obras arquitectónicas icónicas de México, por ejemplo, Ciudad Universitaria y la casa de Luis Barragán en el Distrito Federal. También incluía una sección muy pequeña de diseño contemporáneo.

El tema central de la exposición se abordaba a través de dos recursos: maquetas y fotografías de las obras seleccionadas. Estos recursos son puramente visuales, dejando a un lado otros que pudieron hacer que la visita a la exhibición fuera más enriquecedora. Lo anterior causó poca interacción entre los visitantes y las obras expuestas. Esto me hizo pensar en la calidad de la curaduría de arquitectura y diseño, creo que los curadores/as pudieron hacer más por la exposición, por ejemplo enriquecerla al explicar a detalle el contexto del México en el que se gestaron algunas de las obras expuestas. También pudieron comparar diferentes posturas o pensamientos de los arquitectos en relación a su obra. En este sentido, creo que la exposición se queda en el recuento, y por esta razón no motiva la visita a los edificios que se muestran en la exhibición. Además, considero que no se toman riesgos, es decir, los curadores/as pudieron explorar preguntas cómo ¿Hay alguna obra reciente que será un ícono en los años venideros? o ¿Cuál es el estado actual de la arquitectura en México? Esto con el fin de hacer la exhibición más interesante.
Figura 1. Cartel de la exhibición

En relación a la sección llamada ‘diseño contemporáneo’ -básicamente mobiliario- presenta problemáticas similares a las anteriormente descritas, por lo que aquí me gustaría elaborar un poco más el tema de esta entrada. Creo que es fundamental promocionar el diseño en México, sin embargo, es válido cuestionar si hay personas y piezas ‘representativas’ del ‘diseño contemporáneo’ y si éstas tienen que estar siempre en dicha promoción. Esto lo menciono porque si el objetivo es la promoción, necesariamente tendrían que exponerse los diferentes enfoques que nutren a esta profesión. Así, una limitación de esta parte de la exhibición es que presenta al publico una visión restringida del diseño (mobiliario), es decir se pierde una oportunidad para mostrar su diversidad. Esto representa un riesgo por varias razones, se sigue el estereotipo de que profesionistas de este campo generan objetos atractivos. Esto porque no se explica la relevancia de los productos expuestos. Por ejemplo, un tema actual en el diseño es el rol que tiene en la innovación, algo que no tiene la más mínima relevancia en las cédulas que acompañan a los productos expuestos y éstos tampoco la reflejan. Creo que exhibir artefactos contemporáneos dentro de la exposición de arquitectura era una buena oportunidad para mostrar trabajos que representen la diversidad del diseño y comunicar los beneficios potenciales que representa incluir a este tipo de profesionistas en el desarrollo de nuevos productos. Esto lo digo porque los espacios arquitectónicos están llenos de artefactos que van más allá de muebles.

La visión limitada puede ser el resultado del poco desarrollo de curaduría de diseño en México. Una alternativa para lidiar con la falta de desarrollo podría ser a través de convocatorias transparentes que permitan el acceso a todos los interesados. Otra es que profesionistas y académicos nos acerquemos a curadores para entablar un diálogo en donde se expongan los diferentes enfoques de nuestra profesión y su relevancia en el contexto actual. Quizá las condiciones de algunos museos en México inhibe el desarrollo de curadores/as que se especialicen en nuestro campo de acción. Lo anterior no significa que seamos pasivos ante su trabajo. Por ejemplo, Papanek (2005) al analizar algunas exhibiciones de diseño en Estados Unidos identificó que muchos de los productos expuestos tenían un rol irrelevante en la vida de las personas y tuvieron un impacto nulo en el mercado de esa época y así cuestionó la calidad de la curaduría de dichas exhibiciones.

Medios escritos
La falta de análisis y crítica también puede identificarse en libros y blogs de diseño, éstos se reconocen por su tratamiento cosmético. Su estructura generalmente recurre a fotos que muestran el mejor ángulo del producto, se repiten palabras como: creatividad, innovación, y la más reciente ‘design thinking’  y en algunos casos se incluye una brevísima descripción en pro de los productos o servicios. Así, es una promoción acrítica que se centra en la forma y no en el fondo.  Esta estructura de promoción tendría que revisarse por varias razones. Por citar una, muchas veces los productos que se presentan promueven desigualdad, específicamente aquellos dispuestos para las personas con mayores recursos económicos. Quizá si reflexionáramos al respecto podríamos decidir no promocionar dichos productos, o en el peor de los casos cobrar por ello.

 Figura 2. Algunos libros de Taschen entran en esta categoría

El patrón anteriormente descrito también se da cuando hablamos de las mejores empresas. La favorita en estos momentos es Apple, no hay ninguna como ella, extraordinario eso de ‘diseñado en california y manufacturado en China’. Lo anterior pone al diseño en un nivel especial. Desviviéndose en elogios aparecen varias personas, p.ej. John Maeda y Dieter Rams. Este último ha sido una gran inspiración para los productos de Apple. Dieter ha sugerido los principios más acertados que cualquier diseñador jamás haya podido idear. Aparentemente, dichos principios, han contribuido al éxito de la marca,  ignorando -como suele pasar en nuestra profesión- el rol del marketing y la diferenciación a través de productos de lujo en el éxito de la empresa. Este espejismo inspira a otros diseñadores/as a adoptar los principios de Rams y a enseñarlos a estudiantes, particularmente en América Latina. Me parece muy interesante que todo lo que ha sugerido Rams puede implementarse en nuestra época y contexto. Quizá tendríamos que preguntarnos ¿Por qué tienen que enseñarse principios que fueron implementados en productos que satisfacían necesidades de hace 40 o 50 años? Hay que tener presente que las necesidades van cambiando, dependiendo de las condiciones del ser humano y su contexto (ver Hassenzhal, 2010). El espejismo se disuelve ante los resultados que investigación en diseño han identificado. Los principios o guías son poco relevantes en la práctica (ver Cross, 2004). Esto es porque generar una solución está condicionada por el problema o reto de diseño, el proceso que se sigue y las habilidades de cada especialista (Dorts, 2004). Por otro lado, la investigación está tratando de entender mejor los procesos y metodologías más que centrarse en reglas especificas que tienden a ser ignoradas por los diseñadores/as (Cross, 2004). Ante lo anterior no hay evidencia sólida que muestre que los principios de Rams pueden implementarse en cualquier proyecto, tampoco su efectividad o su temporalidad. Además, los principios son endebles, por ejemplo Rams dice que “el buen diseño es diseño en su minima expresión” Este principio está asociado a características formales tales como pureza y simpleza. En aspectos afectivos algunas experiencias son relajantes y otras excitantes, cada experiencia está ligada a decisiones formales, de interacción e incluso son el resultado de actividades que realizan las personas con productos. Así, la búsqueda de pureza y simpleza no es siempre deseable. Por otro lado el que un producto sea puro y simple, no lo hace relevante o necesario. Finalmente, varios de los principios de Rams se centran en la forma, un discurso que ha estado presente en nuestra profesión, sin embargo, hay otros elementos no menos relevantes, como la interacción o la experiencia, que juegan un rol significativo en la adopción de productos o servicios por las personas y que no se mencionan en los principios del buen diseño.

Enseñanza
Quizá uno de los origines que inhiben la crítica y el análisis en nuestra profesión se encuentra en la formación que reciben los estudiantes. Una manera típica de inhibir la crítica es cuando los profesores repiten sin cesar: No me gusta. Esto por un lado centra el valor de un producto en la forma y por otro detiene la discusión entre alumno/profesor. La materia central en cualquier licenciatura en diseño es el taller, en esta asignatura se ‘aprende’ a diseñar pero poco se aprende a cuestionar o analizar. Es común que en dicha asignatura la atención se centre en el objeto, en su manufactura, y en la construcción de modelos realistas, lo que hace que los estudiantes se la pasen horas lijando, construyendo, pintando. Si bien es importante el saber hacer, también lo es saber pensar. Una manera de estimular la reflexión, el análisis, la evaluación es a través de bibliografía que apoye los objetivos del taller de diseño. Sin embargo, es raro que exista dicha bibliografía, lo que inhibe el desarrollo de capacidades de análisis y critica en los estudiantes. 

 Figura 3. Estimular la curiosidad en la enseñanza del diseño, otro gran reto.


Conclusiones
La falta de análisis y crítica tiene varias vertientes, se encuentra en la educación, en la práctica y en la promoción. De tal forma no existe una solución, mas bien una serie de acciones orientadas a estimularla, lo cual desde mi perspectiva tendría repercusiones positivas. Por ejemplo en la enseñanza hay escuelas que manejan modelos inspirados en la Bauhaus o en la escuela de Ulm, lo que en cierta medida ignora los cambios sociales, políticos, culturales y tecnológicos de nuestra época. En relación a la enseñanza del diseño, una alternativa seria integrar el enfoque constructivista en el aula. En este enfoque los estudiantes son participes en la construcción del conocimiento. Otra alternativa es estimular el análisis en los estudiantes a través de lecturas relevantes a la práctica del diseño. Estos son retos complejos para la academia.

En esta entrada he cuestionado si los principios de Rams siguen vigentes, algo que podría realizarse en una escala mayor con la colaboración de otros profesionistas. Por otro lado,  un tema que Dieter Rams identificó acertadamente hace tiempo es la comunicación efectiva del impacto que puede tener nuestra profesión: él dice que muy pocas personas parecen entender que el diseño es una profesión seria; y para nuestro futuro bienestar necesitamos que más empresas tomen a esta profesión en serio. Para lograrlo es importante que nosotros generemos una promoción profesional del diseño.

Bibliografía
Cross, N. (2004). Expertise in design: an overview. Design Studies, 25(5), 427–441. doi:10.1016/j.destud.2004.06.002

Dorst, K. (2004). The Problem of Design Problems. Journal of Design Research, 4(2).

Papanek, V. (2005). Design for the real world. London: Thames and Hudson.

Dieter Rams (2013) Apple has achieved something I never did. Telegraph

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